Óscar Jiménez , padece lesión medular, bloqueo central de los nervios, problemas del aparato urinario y pérdida del oído derecho. Una operación fallida que le ha marcado para el resto de su vida. Tras escribir Posible, dos veces best seller en Amazon, su último reto tuvo como destino Santiago de Compostela el pasado mes de septiembre.

700 km durante 7 días pedaleando con los brazos

“No olvido los sentimientos al llegar a Santiago, es un instante para no olvidar. Después de tantos días haciendo el Camino de Santiago, cuando te acercas a la ciudad y ves los picos de la catedral, la sensación empieza a ser de nerviosismo. Llegar a la Plaza del Obradoiro es un momento para estar callado, mirar la catedral, escuchar las gaitas…es una cosa muy bestia, no se puede explicar. La vida no acaba en un silla de ruedas, al contrario, para mi acaba de empezar”, confiesa Jiménez.

Las dificultades del camino

7 días de pedaleo continuo. 700 km con una silla de ruedas manual, adaptada con un acople delantero y un pequeño motor híbrido que le ayudaba en las subidas. Jiménez pedaleaba con los brazos. Empezaron en Roncesvalles haciendo alrededor de 100 km cada día, partidos en dos etapas para hacer un descanso, comer, y seguir hasta llegar al albergue concertado.

“La vida para mi acaba de empezar”

“Las mayores complicaciones que he tenido fueron las grandes ciudades. A la hora de comer, las entradas a los restaurantes y los baños no estaban adaptados y tenía dificultades para acceder. Eso es lo que más me ha asombrado durante el reto. Ha habido jornadas muy duras porque se hace mucho esfuerzo con los brazos y algún día hemos hecho más kilómetros por culpa del GPS pero el tiempo ha acompañado, solo hemos pasado un par de bancos de niebla muy grandes en Burgos y León”, comenta el protagonista.

La importancia del turismo accesible

Otro de los retos que se encuentran las personas con discapacidad a la hora de hacer turismo son las barreras arquitectónicas, algo que Jiménez quiere denunciar: “Es muy importante el turismo accesible, porque si yo voy con más gente y no hay accesibilidad por ninguna parte, evidentemente las personas que vienen conmigo tampoco van a entrar. Es un derecho fundamental, hay que facilitarle a las personas el turismo, el ocio o cualquier actividad”. Óscar Jiménez busca que la sociedad asuma la importancia de una correcta rehabilitación, esencial para frenar enfermedades crónicas derivadas de una lesión medular.

Las barreras arquitectónicas, un reto diario para las personas discapacitadas

Un reto, un fin

El fin de este reto ha sido recaudar fondos para la investigación de lesiones medulares, destinados a PREDIF ASPAYM Castilla y León, al que en 2014 le han otorgado el Premio Reina Sofía como el único centro, y uno de los más importantes, donde se investiga sobre estas enfermedades. Recaudaron cerca de 4000€ y todavía se pueden hacer donaciones a través de su página web.

Óscar Jiménez no iba solo. Su compañero Carlos lo seguía montado en una bicicleta normal. Acompañados de otras 6 personas, rodaron un documental narrando el día a día del reto, que se podrá ver de forma gratuita próximamente. Este es el reto 2015, y Jiménez no descarta que sea el primero de muchos, aunque asegura que ahora mismo tiene que recuperarse y acabar elsegundo libro que está en camino y en el que incluirá toda esta experiencia.

Fonte: CUV3

" });